¿Vacaciones de INFIERNO?

Si señores, llegaron las vacaciones, no podemos creerlo, todo parece hermoso. Desde chico añoramos ese momento en que los profesores nos decían “Felices vacaciones, pásenla bien chicos”; pero detrás de cada filete de merluza se esconden varias espinas, y está en uno separarlas para no atragantarse.

Durante todo el año aguardamos la llegada de estos días, sencillamente, para no hacer nada. Sin embargo, muchas veces descubrimos que el exceso de tiempo libre nos puede deteriorar mentalmente.
El libre albedrío nos hace reflexionar y pensar. El que está solo se lamenta por no tener alguien con quien aburrirse de a dos o a quien decirle “¿Qué hacemos hoy gor? ¿Otra vez cucharita?”; y el que está acompañado siente el deseo de salir todos los días, tratando de contenerse para no desatar conflictos. Pareciera que no hay por… porvenir que nos venga bien.



Nuestros familiares son determinantes en el modo de encarar nuestras vacaciones. Nunca falta el padre entusiasta que dice: “¡a disfrutar las vacaciones, nos vamos a Pehuajó!”, y lo peor de todo, nos quiere convencer durante días de lo divertido que es el pueblo, y de las cosas que podemos ir a ver. (Un centro en ruinas, una laguna, una estatua de Manuelita).
Por otro lado, nuestros padres se pondrán de acuerdo por única vez en su vida en algo, querrán que visitemos a esos familiares que hace tiempo no vemos. Aquí vale destacar la utilización del tono amable al principio, en forma de sugerencia: “podrías ir a visitar a la abuela, y tomar unos mates con ella. No ves que te extraña”. Luego se agrega un detalle para tratar de afligirnos: “ensima anda mal del reuma la pobre”. El tono va cambiando y llegamos a los últimos días de vacaciones donde nuestros progenitores nos hablan con los siguientes términos: ¡No fuiste a visitar a la abuela, cuando vos estés viejo y nadie te vaya a visitar, vas a ver como se siente!
Muchas veces, nuestros padres reciben lo que se llama síndrome de superprevención vacacional, pretendiendo que nos hagamos todos los días un estudio medico diferente.
”Anda a sacarte sangre”, “¿Por qué no aprovechas y te vacunas?, mira que después te enfermas”. ¿Por qué tanta precaución junta? ¿Será que es mucho peor morir en vacaciones?
Quién tiene hermanos de baja edad, sufre como nadie los divertidísimos show de títeres o los juegos infantiles en la placita, donde es imprescindible reírse ante cada chiste malo del payaso, fingiendo que tocó lo más profundo de nuestros corazones.



A la hora de salir con amigos, tenemos las siguientes opciones:

* Salida al centro, para ver ropa imposible de comprar o jugar al pool.

* Organizar un partido de fútbol. En el que Pedro te dirá a último momento que no puede asistir, ya que se va a Cancún con su familia. Juan pondrá como excusa que tiene que estudiar para dar los cuarenta finales que le quedaron del año pasado. A Martín, reconocido por su vagancia, se le ocurrirá conseguir un trabajo justamente en vacaciones. Por lo que, finalmente, todo termina en un ping-pong dos contra dos.

* Alquilar una película. El problema que surge aquí, es que ya vimos todas las películas que nos gustan en nuestras 10 vacaciones de invierno anteriores.

* Salir a bailar. Esto se verá imposibilitado por el continuo ingreso de turistas a la ciudad, que llenaran los boliches hasta hacernos expulsar bilis de nuestras pieles, por la situación de continuo apriete.

El tiempo de sobra nos lleva a reflexionar sobre que es la vida, o sobre como hace Serafín (el ciego de Show match), para treparse al caño. La reflexión, puede incluso llegar a extremos, como seguir de cerca la vida amorosa de “la tota” Santillán durante toda la semana, lavar los platos o barrer. Eso sí, nunca perderemos el tiempo en cosas importantes. La idea es descansar del trabajo o el estudio.
Es por eso que está en nosotros poner la energía suficiente para no transformar nuestras vacaciones de invierno, en un verdadero infierno. Así que ya sabes, cuando no sepas que hacer una tarde de vacaciones, mejor no preocuparse. ¡Que decida Cobos!


 


No es más de lo mismo. Es menos, pero diferente - Templates Novo Blogger 2008